El trayecto se habilitó hoy en forma total y va desde calle Gorostiaga hasta el cruce con la ruta 70. Los operarios aún trabajan en la colocación de guardarraíles y señalética, y todavía falta la obra de iluminación.
Hacer el recorrido de la Circunvalación Oeste, habilitado hoy de manera completa (las 24 horas, todos los días y para cualquier vehículo), demanda un tiempo exacto de 10 minutos y 37 segundos, yendo en promedio a 100 kilómetros por hora. Son los 14,7 kilómetros que se abrieron desde este mediodía en forma plena para todo el Tránsito.
Pese a la inauguración oficial, la obra no está concluida. Las autoridades dijeron que la culminación será “a finales de este año”, pero para la habilitación total de esta ruta entendieron que “están dadas las condiciones”.
Concretamente, lo que falta es un 10 % de la señalización horizontal y vertical autorreflectante, barandas de protección y guardarraíles, así como lo más trascendental no sólo para el Tránsito sino para la seguridad de la zona: los trabajos de iluminación, para lo cual se invertirán unos 24,2 millones de pesos, según se informó desde el gobierno.
En el recorrido que realizó El Litoral por el tramo III de la Circunvalación Oeste -desde el ingreso sur por calle Gorostiaga, a la altura del Hipódromo Las Flores, hasta el cruce con la Ruta Provincial Nº 70-, la mayor sorpresa fue la incesante circulación de vehículos (muchos a gran velocidad). Los camiones transitaban permanentemente en ambas direcciones, ya con la indicación de los inspectores de la Secretaría de Control de la Municipalidad para que se dirijan por esa vía.
Precisamente esos controles se registraron en varios puntos: Gorostiaga, bajadas de la Circunvalación y el cruce de las rutas 11 y 70, con la intención de que los vehículos de gran porte desvíen por el nuevo acceso.
Accesos
Los ingresos norte y sur al tramo III de la Circunvalación Oeste, por el momento no presentan inconvenientes en cuanto a la ubicación para el grueso de la gente, ni en el aspecto más complicado de otros trayectos de esta avenida: la inseguridad (que es inconveniente en los accesos del sur, por ejemplo).
El panorama cambia radicalmente en las otras dos bajadas que tiene la ruta, a la altura del barrio San Agustín (calle Teniente Loza) y la zona conocida como Nuevo Horizonte (calle Monseñor Rodríguez, límite entre Santa Fe y Recreo). En estos sectores y fuera del horario diurno, podría ser peligrosa la circulación debido a la falta de iluminación.
Y también llama la atención que para volver por la Circunvalación, desde los accesos del norte en dirección sur, no se puede ingresar a la ciudad por calle Gorostiaga (allí no hay bajada, sólo ingreso a la ruta para ir hacia el norte). Por lo tanto, hay que dirigirse hasta toparse con uno de los puentes de la Autopista Santa Fe-Rosario y elegir: se puede retomar la Circunvalación rumbo al norte para poder ingresar a Blas Parera por Gorostiaga (lo que hace el Tránsito pesado que circula en la zona) o, directamente, acceder por la autopista y luego por Iturraspe.
FUENTE: EL LITORAL.COM -SANTA FE