Lo admitió Ricardo Bertola, integrante de la Cámara de Expendedores de Combustible de Santa Fe. Hasta las últimas horas de ayer, Shell no había modificado los valores en sus estaciones locales. 

En las últimas 24 horas se conoció que tanto Shell como YPF volvieron a incrementar el precio de sus combustibles. Hasta ayer, la petrolera Shell sólo había variado los valores de sus productos en Capital Federal entre un 5 y un 7 por ciento. En tanto la suba de YPF también afectó al interior del país. Según Ricardo Bertola, integrante de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Santa Fe, la modificación oscila entre un 2 y un 3,3 por ciento.

 

En diálogo con Diario UNO, el dirigente empresario también estimó que Shell no tardará en reacomodar los precios en la ciudad de Santa Fe porque “históricamente nunca estuvo por debajo de los precios de YPF”.

 

Al ser consultado sobre si las estaciones de YPF comenzaron a recibir una mayor cantidad de combustible a partir de la estatización de la petrolera, Bertola dijo: “Yo tengo una estación YPF y no es así. Tampoco creo que el resto de las estaciones esté recibiendo más de lo normal. En las estaciones de servicio del interior y de ruta se sintió un poco el receso y hay un parate de ventas. En las del interior es porque el campo está trabajando poco y lo que se está haciendo en la siembra se necesita poco combustible.

 

“El mercado está bastante quieto –continuó– y no hay tanta demanda como había antes. La cantidad de litros que le corresponde a cada estación está igual que hace un tiempo atrás.

 

—¿La menor demanda se da en el gasoil o también en la nafta?
—Son diferentes puntos de venta. En mi pueblo, todavía me queda algo de nafta. En Santa Fe por ahí se corta. Depende de dónde está uno. Pero no hay más combustible en el mercado.
Acerca de si los expendedores pidieron un aumento de la producción al Gobierno Nacional para abastecer la demanda que muchas veces genera largas colas en las estaciones, Bertola dijo que eso “no les compete” a los expendedores. “Eso está en el plan estratégico de los primeros 100 días de Miguel Galuccio (el gerente que la Presidenta eligió para conducir YPF), que va a ser el coordinador de la producción”, dijo.

 

“Ese plan –agregó–, que creo que termina en agosto, se transformará en el plan estratégico para aumentar la producción. Se tendrá que buscar los capitales para explorar, para extraer, para reformar las plantas destiladoras y procesadoras y después se podrá inyectar en el mercado externo, y si sobra se podrá exportar.

 

“Eso lo dije desde un principio. Esto no es Fútbol para Todos, ni Automovilismo para Todos. Si quieren llamarlo Nafta para Todos, esto lleva tiempo. Mínimo tendremos que esperar, y lo dijo Miguel Galuccio, haciendo un plan estratégico rápido necesita por lo menos cinco años. Un año para que deje de bajar la línea de producción, necesita un par de años para estabilizarla y otro par para que eso empiece a subir”, advirtió el empresario.

 

Cae la demanda por la sequía
El faltante de gasoil al que los productores y transportistas de granos se acostumbraron en los últimos años se redujo esta vez a demoras puntuales en las entregas, lo que en un primer momento podría considerarse una situación positiva, salvo porque el cuello de botella no se resolvió por el lado de la oferta, sino por el de la demanda.

 

La sequía que recortó en 10 millones de toneladas la cosecha de soja y en cuatro millones de toneladas la de maíz, comparando los resultados de esta campaña con los de 2011, reducirá también la cantidad de viajes en camión y la demanda de gasoil para las labores agrícolas.

 

Según el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), Néstor Roulet, la demanda de gasoil del campo se reducirá en unos 160 millones de litros (160.000 m3). Esto, sumado a la desaceleración de la economía en general, debería permitir que el gasoil alcanzara para la demanda, dijo el dirigente rural.

 

La menor cosecha de soja y maíz reducirá la cantidad de viajes de camión en unos 460.000 viajes, si se calcula que cada camión transporta 30 toneladas de granos. A la distancia promedio de 300 kilómetros para los trayectos de transporte granario, el gasto de gasoil por viaje de ida y vuelta se calcula en 230 litros por cada viaje. De esta forma, son unos 105 millones de litros (105.000 m3) menos los que se consumirán este año.

 

A esto hay que sumarle la menor demanda de gasoil para cosecha, por los bajos rendimientos. Si bien se cosechan los 30 millones de hectáreas agrícolas del país, cuando el rendimiento es menor, el consumo de la cosechadora cae.

 

Si en un año habitual el gasto es de 400 millones de litros (400.000 m3), este año se reducirá ese monto en cerca de 15%, es decir que el consumo se deprimirá en 60 millones de litros (60.000 m3).

FUENTE: UNO.COM – SANTA FE